sábado, 24 de septiembre de 2011

Sueños de Gloria

Carla celebró sus 19 años en Estocolmo.  Desde que abrió los ojos sintió la seguridad y plenitud de que ese día sí alcanzaría la medalla de oro que en otras Olimpiadas se le había escurrido de las manos. 
Se levantó eufórica y despertó a sus otras compañeras del equipo femenino de atletismo, y entre bromas, alientos y esperanzas, Carla comandó aquel grupo al gran comedor del Complejo deportivo donde ya desayunaban las altas autoridades del Comité Olímpico de su país, realmente gente que nunca había visto y que más eran amigos del presidente de su país, y amigos de los amigos del presidente de su país, y amigos de los amigos de los amigos del presidente de su país; gente que se tomaba fotografías con los mozos, con atletas de otros países, daban declaraciones a la prensa, salían a parrandear de noche y compraban souvenirs en las tiendas suecas que se habían vestido de fiesta.
Ese día ellas competirían en salto largo, lanzamiento de jabalina y martillo, y Carla volvería a correr los cien y los mil metros planos.  Era su oportunidad de oro.  Comió como una mística, como una monja entregada a interiores pensamientos y grabando en su alma las palabras: “Voy a lograrlo.  Esa medalla es mía.  Haré que mi país se sienta orgulloso de mí.  Pondré esa medalla en el cuello de mi madre.  Me recibirán como una héroe.  Correré como jamás nadie pudo hacerlo.  Verán las piernas más veloces del planeta.”
Casi todo estaba dado para que Carla cumpliera con su más grande sueño, pero un accidente, un fatal accidente le impidió alcanzar aquella medalla a sólo minutos de lograrlo: ¡Despertó!
Abruptamente despertó y se vio en su habitación.  Sintió una amargura incontenible e intentó volver a dormirse ¡tal vez volvía a las pistas de Estocolmo −como en los cuentos de Cortázar−!  Pero era imposible.  Logró sentarse y aceptó su entorno, su vida, su condición.  Aceptó su cama, la puerta, el cartel de las pasadas Olimpiadas en Estocolmo, su diploma de bachiller, y su silla de ruedas al lado de la cama.

40 comentarios:

  1. ¡Dios mío, Julio!
    El final, para mí, era rematadamente inesperable. Que duro para la chica... Muy duro.
    No solo el hecho de que fuera un sueño. La silla de ruedas...

    Saludos, amigo.

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  2. Que tremendo, pero real, estas cosas suceden. Aunque tambien se pueden hacer deportes en sillas de ruedas, depende del espiritu de superación de cada uno.

    Molestarme? Para nada Julio, ya estás tardando, ni lo pienses, vamos, aquí estoy!

    Besos.

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  3. Cuesta adaptarse a los cambios en tono de discapacidad. Yo soy uno de ellos, según etiquetas terrícolas. Nací con distrofia muscular y siempre me preguntan si no añoro caminar. A lo cual respondo que de ninguna manera, si nunca caminé no tengo noción de perdida al respecto.

    Por eso entiendo que un caso como el de Carla sea dificil de asimilar; no obstante, siempre llegan las paces con el destino, creo, nunca estoy muy seguro de nada.

    Abrazo amigo Julio!
    (veo que su computadora se esta recomponiendo)

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  4. Ay Julio, que final!
    Me rompiste el alma...
    Los sueños, a veces, nos traen al subconsciente recuerdos de aquello que no hemos podido cumplir en nuestro dia a dia, en un pasado, o lo que nos gustaria cumplir en un futuro..
    Lástima que en esta ocasión los sueños sean imposibles de cumplir... aunque habría que verlo por el lado positivo, casi que Carla los utilice para adaptarse a su nuevo medio y canalizar esa fuerza, ese espíritu de lucha de perfección para afrontar la vida con ganas y ilusión, adaptándose a sus nuevas características y condiciones.

    Me voy con gripe y con un nudo en el estómago..
    Me mataste Julio.
    Brillante tu giro.
    Besos.

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  5. La recurrencia de un deseo en forma consciente y subconsciente es algo muy humano, tu texto lo narra de excelente manera.

    Saludos.

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  6. Tu heroina volvera a soñar o tal vez triunfar en las Olimpiadas especiales, maravillosos atletas superando sus limitaciones. Un abrazo

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  7. Como ya dijo el poéta..(...),"y los sueños, sueños són"...

    Y Carla soñaba esa medalla que tanto había ansiado poner al cuello de su madre...,pero su madre disfrutaba mas de otra medalla: la del abrazo de su hija Carla rodeando su cuello.
    Permíteme esta licencia,Julio, pero como madre que soy, creo que es lo que preferiría.

    ¡Cachis...Julio! me dejas triste hoy,con lo contenta que estaba!
    Pero seguro que Carla entrena ya para las olimpiadas paralímpicas.

    No olvides dar las medicinas a tu ordenador..,que luego te juega malas pasadas..jajajaja!..¡¿ves?!..al final me voy riendo...jejeje

    Deliz fomingo aulio,Jbrazos..(¡jolínes lo que ha salído aquí!...)

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  8. Ay Ay Ayyyy... ¡Me has dejado pasmada! Y sucedió de pronto; si yo estaba allí, por poco me saco una foto con los mozos y la ví concentrada mientras comía... Se me estrujó el corazón.

    ¡Brillante, querido Julio! Lo has logrado nuevamente: me haces meter de pies a cabeza en cada una de tus historias. Bravooooooooooo!!! Un beso grande!!

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  9. Hola Julio!! Muy bueno amigo, ella sueña mientras duerme y aunque al despertar la realidad la golpea de nuevo, igual seguirá soñando con los ojos abiertos, su pasión no puede quedar en un olvido tranquilizador.
    Un abrazo

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  10. Rotundo. El final me pareció implacable. No le da chance al lector para criticar nada, una vez se empieza la lectura se inicia un camino directo y sin desviaciones hacia el momento en que se termina aplaudiéndole de pie frente a la pantalla.
    Saludos.

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  11. Impacta tu relato...escribes como nadie.Me emocionas una y otra vez.
    Un beso.

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  12. De pronto el destino suele ser muy cruel..una chica a punto de cumplir su mas anhelado sueño y de un momento a otro su vida dà un giro muy brusco..

    Triste relato
    BEsos.

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  13. Un relato que atrapa desde la primera palabra y transporta al lector hacia la conquista de un premio olímpico para desbarrancarnos al final hacia una realidad impactante

    Buena pluma

    Un abrazo

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  14. Entre de vuelta para comentarte que puse un lik de este blog en el mio para que mis lectores puedan disfrutar de tus letras

    Otro abrazo desde Buenos Aires

    http://nidaeldore.blogspot.com

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  15. Hay sueños de los que no nos gustaría despertarnos jamás, el problema es que a Carla le tocó un sueño que no podrá cambiar. El único recurso que le queda para "disfrutar" será recordar y soñar aunque segundos después la tristeza la invada.
    Historia conmovedora que se repite ¡tantas veces, por desgracia!.
    Besos.

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  16. Macabro relato Julio,ya veíamos la medalla colgada en el cuello de Carla y el despertar la devolvía a la cruda realidad.Pobrecilla,refugiada en los sueños donde todavía puede disfrutar de ser una campeona aunque sea por unos instantes.Es increíble como un accidente,un breve espacio de tiempo,un mínimo error,pueda acabar de una tacada con una trayectoria en la vida,debe de ser la letra pequeña que no leímos en el contrato cuando nacimos,quien sabe.Un abrazo Julio.

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  17. Hola Julio, he leido tu comentario en mi blog, te dejo el enlace del video para que lo puedas ver:

    http://www.youtube.com/watch?v=JpuwDjjip8c&feature=related

    Y si necesitas ayuda, aquí estoy.

    Besos.

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  18. Tremendo final, esperaba que fuese un sueño pero no que estuviese en silla de ruedas.
    Un abrazo

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  19. Jolinnnnn Juliooooo,eso no me lo esperaba.Pôbre criatura,tiene que ser algo espantoso,estar pidiendo ayuda hasta para hacer pis!!!!!!!!!!Vamossss que se me hizo super fuerte!!!Pero aun así...sigues siendo mi torero preferido,porque te da igual un quijano,que una silla de ruedas,que uno batalla en el siglo XI!!!!MIllllllllllll besos torerooooo

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  20. Vaya final tan cruel, yo me encerraba en el sueño y no querría despertar nunca. La vida es así tenemos que afrontar lo que hay, y que nuestros deseos que den frustrados.

    Que penita en fin de semana, voy a ver si me recupero en algún rincón, mejor me voy al otro tuyo a sonreir jajaaj.

    Besitos y mas sonrisas para el alma:o)

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  21. Ah, pero su alma sigue soñando, y al despertar acepta su realidad, seguro que en su diario vivir va con una sonrisa por delante.

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  22. Julio:
    Un cuento triste que nos permite reflexionar sobre la vida y las oportunidades. El momento es ahora. No podemos posponer nada.

    Siempre podría volver a competir en las olimpiadas paralímpicas, quién sabe.

    Tenemos una vida tan valiosa que no podemos perder ni un minuto...

    Un abrazo
    Ana

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  23. A vida é magia e encanto.. é preciso preservar a beleza dos nossos corações.
    Saber olhar com pureza de alma respirar como se nascêssemos a cada instante!
    A felicidade e a Magia é algo, que entra em nossas vidas, com total explêndor.
    Um feliz e abençoado Domingo
    Bjs com eterno carinho.
    Evanir

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  24. ¡ Un nuevo "tour de force" Julio !
    Seguimos tu blog un par de veces por semana. Como diría el maestro Maurice Blanchot, es la conversación interminable, el libro por venir. La comunidad inconfesable. Saludos entre el ocio deportivo y la sustancia literaria. De un lado a otro de este mundo en llamas pero con brechas de luz positiva.

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  25. -UN CUENTO IMPECABLE,JULIO.
    EN ESTA FICCIÒN describes dos planos: el institucional y qué significa mostrarse en estas Competencias de Atletismo para algunos POLÌTICOS en cuyos países por ejemplo sigue siendo una actividad(madre de todos los deportes)todavía 'amateur', con todo el oro reluciente que lo circunda.
    Y por otro los sueños de los que tienen alguma discapacidad física...
    Pero eres benèvolo,COMO NARRADOR OMNISCIENTE,porque como siempre la Realidad externa supera la ficción que pintas.
    FELICITACIONES POR EL CUENTO.
    UN ABRAZO:

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  26. Vaya Julio, no sé por qué, pero esperaba algo así para el final. Tal vez porque una silla de ruedas junto a una cama, sigue muy latente en mi vida y sé que un tonto, simple y sencillo accidente, te llevan a ella cuando menos te lo esperas.
    La silla de ruedas es el recuerdo de los últimos diez años de vida de mi padre. Y es un artilugio que aún está latente en mi vida.

    Bewsos

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  27. QUE FUERTE
    ¿Se le antojaba una tragedia, querido Julio?
    Lo ha conseguido! Prologuista mío eres el rey
    de los giros inesperados, de los relatos increíbles y de los finales asombrosos. Un fuerte abrazo!

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  28. Hola Julio, hace tiempo que no entro y he leído este texto tan real y al mismo tiempo tan sensible y tan triste.
    No obstante, te he de expresar mi gusto hacia el mismo, pues me ha emocionado mucho y es un texto enriquecedor y reflexivo.
    Un fuerte abrazo. Rosa.

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  29. los pucheros de kasioles25 de septiembre de 2011, 12:26

    Buenas tardes, Julio.
    Jamás una silla de ruedas será capaz de minusvalorar la mente de las personas.
    Puede que nuestro cuerpo tenga sus limitaciones y no podamos caminar, pero nuestra mente vuela, sueña y cuando los soñado es bello...¡qué bien nos sentimos!
    Por un momento, se ha sentido feliz, pudo dedicar el triunfo a su madre.
    Abrazos.

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  30. Buenas noches maestro, comunicarte que estoy de vuelta y con muchas ganas de leeros a todos.
    BICOS.

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  31. No esperaba ese final tan duro pero tan real. Gracias a dios en los sueños pueden pasar cosas maravillosas aunque solo sean por un ratito y aunque la mayoría de las veces no lleguemos al final. Es una pena que despertara…
    Increíble como siempre Julio. Un bessito muy grande

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  32. Magnífico e impactante. La última frase es demoledora... gracias por compartir y felicidades por tu maravilloso don para la escritura

    dos abrazos

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  33. Ene: Qué decirte, amiga mía, así devienen algunas historias, con su crueldad y dureza. Gracias por tu lectura. Un abrazo.

    Ion-Laos: Tienes mucha razón, el asunto es que hay que estar en los zapatos de tanta gente que por accidente u otra causa está condenada a una silla de ruedas. Por otra parte, en algo he solucionado el asunto de mi ordenador y ya he comentado a nuestra amiga Mascab. Mil gracias por todo. Un abrazo.

    Juan Ojeda: Me has recordado a un amigo ciego –en mi adolescencia−, así había nacido, me sorprendía cómo escribía brayle, escuchaba y perceptaba con otros sentidos que uno, hay que decirlo, tiene atrofiados. Sé que el mundo está diseñado (la industria y mensajes) para las masas, más aún, para gente diestra, fíjate en las puertas ¡de todo! Nada para personas zurdas, pero sé, además, que todos, todos somos seres maravillosos, toda vez, las otras discapacidades: envidia, egoísmo, maldad no derrumben la personalidad. Un abrazo gigante mi querido escritor ¡gigante!

    Gala: Lamento el rumor de tristeza y desolación que el relato pueda causar, Rebeca amiga, pero ya conoces mi oficio, escribo tal cual las fábulas aparecen en mi parte consciente, no me permito, por complacencia o producir sonrisas, cambiar nada. Esto es lo que hay hoy en Hablapalabra. Mil gracias por tu lectura. ¡Mana al polo Sur o Norte tu resfriado! Un abrazo.

    Halcón Peregrino: Soñamos lo que ansiamos, lo que quisiéramos, lo que no tenemos ¡y otras cosas más! Mil gracias por acompañarnos, amiga mía. Un abrazo.

    Lapislazuli: ¡Sí! Qué bien lo has dicho: “Maravillosos atletas superando sus limitaciones”, aunque aún me cuestiono eso de “limitaciones”, la acepto, porque, como dije antes, el mundo, las sociedades no están diseñados para ellos. Un gran abrazo.

    Maribel Cano: ¡Caray! Cómo me encantan sus comentarios ¡la medalla del abrazo de su hija rodeando su cuello! Eso ha sido sublime. Pese al carácter de las narraciones o cuentos de Hablapalabra, es mi deseo que todos, todos se retiren con algún tipo de satisfacción. Ru tisa is endispensable nara posotros. An ubrazo

    Diana Profilio: A mí también, escritora amiga, también me ha afectado escribir este drama que, aceptémoslo, habrá ocurrido, ocurre y seguirá ocurriendo con tanta gente linda y nuestra signada por la tragedia. Agradezco ¡como siempre! Tu presencia. Un gran abrazo.

    Gabriela Maiorano: ¡La Pasión! Es lo que habría de alimentar “segundo a segundo” nuestra vida. La pasión en lo que creemos, queremos y amamos. Un abrazo.

    Emanuel Carrizo: ¡Mi laureado escritor! Qué grande que ponga un pie en Hablapalabra, ahora como el indiscutido GANADOR del Certamen Interprovinsial de Cuento del Noroeste Argentino. Sabe que me siento muy orgulloso de usted. Un abrazo y gracias.

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  34. Elsa: Mi querida y admirada Docente, mil gracias por llegar a Hablapalabra, por acompañarnos, por darle espacio a la Poesía en tu Aula EEMPA, por tus palabras ¡por ser una gran amiga! Un abrazo.

    Diazul: Sí, querida, triste relato. No puedo cambiar las cosas, ni los caminos, ni a los personajes en mi producción literaria. Las cosas −aún en la ficción− son como tienen que ser. Gracias por venir. Un abrazo.

    Daniel Eduardo Gómez: También el autor fue “desbarrancado” por el giro de la historia, querido amigo, te lo aseguro. Gracias mil por tus conceptos, presencia, comentario y por el enlace en tu Blog de Hablapalabra. Hasta Buenos Aires (Baires como dicen los chicos) vaya mi abrazo cordial.

    Rosi: Bien has dicho, poeta amiga, una historia recurrente en nuestras sociedades y en todas las épocas. Un gran abrazo y gracias.

    Bosón de Higgs: Quién lo sabe, amigo mío, quién lo sabe. Un enorme abrazo por tu constante e inapreciable apoyo para este autor y su producción. Gracias.

    Ion-Laos: Gracias mil, querida Ion-Laos, he entendido que el asuntillo no es el enlace o la publiación en tu espacio sino mi ordenador que no resuelve y no me muestra el contenido. Pero ya lo arreglaremos. Sé que estás, amiga mía, eso es lo que te hace grande. Un abrazo.

    Chelo: Qué decirte, Docente amiga, que la vida, aún la de los personajes, también puede ser sorpresiva, pero, te lo aseguro, es sólo Literatura. Que ocurra también en la vida real, pues, de algo se nutre la ficción y la vida de ésta. Un abrazo.

    Midala: Es lamentable la situación del personaje, Midala querida, pero qué le vamos a hacer, el autor ¡imposibilitado para ayudar en algo! ¡Gracias por mi “torero”! Un abrazo.

    Simplementetú: A veces, en Hablapalabra, aparecerán historias que no son para reír, otras para reflexionar, otras para el “miedo” y las muchas más para pasar un momento agradable, pero no todo está asegurado, de pronto aparecerán este tipo de fábulas. Un gran abrazo.

    María Cristina: También estoy seguro que en su cotidianidad, Carla, ha superado todo este drama. Gracias, amiga, por tanto que nos das. Un abrazo.

    Ana Muela Sopeña: La vida, querida poeta, la vida. Aprovecharla al máximo, con entusiasmo, positivismo, confraternidad y mucha, pero mucha alegría. Gracias por estar. Un abrazo.

    Evanir: Gracias, mi buena amiga, por tu comentario que más que una apreciación es un lindo mensaje para Hablapalabra y sus amigos. Un gran abrazo.

    Penyabogarde: Gracias por el tour, mi querido amigo, por hermanar Literatura con Deporte. Y, por supuesto, allí estaremos siempre en tu peña bogardiana disfrutando de tus publicaciones y de Fray Berengario ¡estupendos todos! Un abrazo.

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  35. Elsa Tenca-Mariani: Para nadie es desconocido que las Delegaciones Deportivas en estas Justas es una vergüenza. Si compiten, por decir algo, 30 Atletas, ahí tendrás 90 Delegados ¡que nada tienen que ver con el deporte! En fin. Y sí, por el otro lado, el drama de un personaje “atrapado” en su infiernillo. Un gran abrazo y gracias por estar.

    Mascab: La silla de ruedas, todo un símbolo, lo sé. Para algunos de dolor, para otros de lástima, y para otros de “coraje” ¡porque vaya, cuánto coraje anteponen estas personas para salir adelante con sus vidas! Cuando muchos nos resquebrajaríamos en un santiamén. Mil gracias por estar. Un abrazo.

    J.Maseda: ¡Sí, mi querido poeta! ¡Soy tu prologuista! Un alto honor que me has conferido, con una Tapa envidiable y un contenido ¡de lujo! Tu producción. Te agradezco públicamente que me hayas conferido el honor de apadrinar a tu primera creatura en el mundillo Editorial. ¡Larga vida a Ánima Coda! Te aseguro que la primera Edición se agotará ¡en un santiamén! Un gran abrazo, poeta admirado.

    Rosa Mª: Pese al halo de tristeza, aprecio grandemente que te haya satisfecho su lectura. Mil gracias, y yo también no he podido ir a sus espacios por problemas con el ordenador. Pero ya estaré por allí. Un gran abrazo.

    Los pucheros de Kasioles: ¡Me encantó! ¡Me encantó y me encantó! “(…) Jamás una silla de ruedas será capaz de minusvalorar la mente de las personas.”. Gracias por tu comentario, gracias mil por tu humanismo, tu altura moral y solidaridad con todas estas magníficas personas que, como bien dices, vuelan, sueñan y ¡viven! Un abrazo gigante.

    Alondra: Estupenda noticia nos traes, poeta, ¡que ya estás de vuelta! En Hablapalabra se te ha extrañado, pero ya estás con nosotros. Bienvenida otra vez, un abrazo.

    MEN: Tu lectura, tu presencia, tu animosidad, tu solidaridad es muy importante para este espacio. Mil gracias por acompañarnos siempre. Un abrazo.

    MariluzGH: Gracias a ti, poeta amiga, por acompañarnos, por leernos y dejarnos tu gotita de pareceres. Un abrazo ¡dos abrazos!

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  36. Aquí y ahora son las diez y media de la noche. Despierto y disfruto que estoy sentada frente a mi computadora leyendo, que camino, y que tengo mil cosas que agradecerle a la vida, porque todos mis sentidos me acompañan y sobre todo que soy amiga de personas como Julio un maravilloso escritor, no sólo de cuentos.
    Mi cariño y admiración de siempre Julio.
    Sé que los sueños se realizan y que tu cuento puede continuar...

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  37. Describiste, como siempre, esa adaptación inherente al ser humano como instinto de supervivencia de manera sobria y gran delicadeza.
    Un abrazo, Julio.

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  38. Una entrada magnifica. Te sigo. Un abrazo.

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  39. A veces sueño que me llaman para jugar en la NBA.
    Despierto y me encestaría a través de la ventana....

    Saludos.

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  40. Um final triste mas por parecer tão real nos toca profundamente.

    Um abraço poeta, és magnifico!
    oa.s

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