miércoles, 17 de julio de 2013

¡Mil perdones!

Queridos amigos y amigas todas, digo "perdón" aunque la causa de mi ausencia ha sido, además de involuntaria, trágica e infame. Sufrí un ACV -accidente cerebro vascular- con todas sus deprimentes consecuencias. He recuperado mi brazo y mano izquierdos, aunque una agitación mental aún perdura. Digo que todo ha pasado, que estoy bien, que hay una reverberación, mezcla de un sentimiento de injusticia y la satisfacción de vuestro aprecio, lo cual agradezco en el alma. Voy caminando hacia una completa recuperación y para ello necesito vuestra comprensión y cariño. No he podido localizar algunos correos electrónicos -sabrán comprender- y sólo he tenido a mano el de nuestra querida Diana Profilio a quien, incluso, le pedí me ayudara para publicar en mi blog, ya que había olvidado cómo hacerlo, pero trasteando por aquí, pulsando por allá, he aquí que encontré la forma y espero que se publiquen estas palabras. Volveré amigos míos, sólo un poquillo más de tiempo. Un hermanado, humilde y agradecido abrazo a todos, todos, todos ustedes.