viernes, 3 de junio de 2011

El Inventor

Nelson está convencido en que tarde o temprano la gloria tocará a su puerta, “ningún genio ha sido reconocido inmediatamente” −piensa−. Escucha rock, usa pantalón y chaquetas de cuero, y a sus sesenta años le encanta lucir grandes medallones al pecho para despistar un poco y que la gente no lo relacione −ni por asomo− con lo que realmente es: ¡un genio! Un espíritu creador como nunca antes lo tuvo el planeta, un artista que mira más allá de las posibilidades y las probabilidades, una mente más que brillante para olfatear aquello de lo que la civilización carece. Más que un hombre, es energía pura encontrando en su mente −atiborrada de estupendas ideas− aparatos, métodos, utensilios, accesorios, emulsiones, gases, adherentes, repelentes, muebles, en pocas palabras, más que un ser humano, Nelson es: Un revolucionario… Un inventor.
Cuando revisa el trayecto que ha recorrido una idea hasta perfeccionarse en un invento, grita: ¡impostores! Como los de la multinacional que vende en tubos el dentífrico por billones pero cuya idea proviene de cuatro mil años antes en el Egipto Antiguo; o los Scott que recuperaron la idea de Gayetti de 1857 que propuso a la sociedad "un artículo completamente puro para su higiene", y que aquellos convirtieron en grandes rollos de papel perforados, fabricando el papel higiénico; o el inodoro “inventado” por un ahijado de Isabel I cuando la roma imperial ya los utilizaba.
Inventos −dice− la imprenta, la guillotina, la dinamita, el teléfono, la televisión, el pac man y la minifalda. ¡Esos son inventos!
Tiene en su departamento hojas y hojas y hojas con anotaciones por todas partes prendidas en las paredes, pegadas con cinta en muebles y espejos, con imán en la puerta de la heladera, con tachuelas en pizarras, y cajas, muchas cajas repletas de dibujos, gráficos, diseños y más anotaciones.
En su haber luce grandes logros del ingenio y la osadía, que, sin embargo, la Oficina de Patentes se niega a registrar y que él atribuye a la envidia generacional, a la chatura de la época y, principalmente, a un burilado complot de las grandes corporaciones que verían caer sus imperios con los sagaces inventos que imagina.
El traje salvavidas, por ejemplo, un traje de casimir que tiene incorporada en la espalda una bolsa de goma en la que caben hasta ocho litros de agua “para ejecutivos −según reza la especificación general− que se ven atrapados en el incendio de un rascacielos; dicha bolsa puede sustituirse por un práctico paracaídas para quienes viajan en avión”. Ha intentado también patentar “la deliciosa crema dental” con variados sabores: Bife, Pastas, Ensaladas, Cremas y Postres. A su entender la de mayor demanda será la pasta con sabor a Estofado. También, y esto −según él lo considera− es un invento astral en el que sólo tiene que dar los últimos toques técnicos: ¡El Sillón Eyector para Helicópteros! Como la Oficina de Patentes le hizo ver que al salir el piloto disparado hacia arriba las hélices del aparato lo triturarían, ha enviado a algunos fabricantes la sugerencia de que cambien la posición de los rotores, aunque sin éxito; el invento pues, tendrá que esperar otros siglos.
Es incontable la cantidad de inventos que en su corta vida ha realizado: La Cremallera con botones (un sistema al rescate del otro que falla), el Cucharador (en una punta cuchara y en el otro extremo tenedor), el Homeword (software para revisar las tareas escolares), los Cigarrillos con aroma a licores (economía pura), las Escotillas deslizables para submarinos (sin comentarios), la Carne trenzada con hilo dental (sin comentarios), los Zapatuflas (elegante diseño sin empeine para dejar los dedos al aire libre), los Calzoncillos escotados (sin comentarios), el Peinillo (en una punta peine y en la otra etcétera).
Sea pues, Nelson tiene tanto talento y le sobra, y, aunque el éxito comercial aún no llega, sí le ha llegado un ejemplar del Diccionario Corbellon donde ha sido incluido con foto y todo. En lo que Nelson no ha reparado, dada su comprensible euforia, es que el Corbellon es una publicación que recopila las ideas más idiotas del planeta.

25 comentarios:

  1. Hola, soy Merche Marín. Te veo en el blog "Autocare de Miramare", y al entrar en el tuyo me ha parecido que estaba como en mi casa debido a que tenemos los mismos fondos y colores en nuestros blogs.Contigo he descubierto un gran autor pues no hay más que ver los seguidores que tienes, la cantidad y calidad de los comentarios que te hacen y, sobretodo, los escritos que pones, que me parecen de una calidad extrema.Por supuesto, nada que ver tu buen hacer con lo mío.

    Un saludo.

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  2. IRENE COMENDADOR
    Pues yo creo (esta chica siempre cree ¬¬) que la frase de la publicidad aunque mala siempre es publicidad, es totalmente cierta, tal vez le hayan incluido en una publicación algo ridicula o hiriente, pero mira, quizás sea ese su talento y por ello triunfe como el que mas, asi que Nelson, enhorabuena por la noticia. Tengo que hacerme con un "Peinillo" que me ha sonado bastante bien (ademas aclaro dudas ¬¬)

    Besos Julio, un placer estar aquí contigo

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  3. ¡Es que a veces los grandes genios son los rechazados por la sociedad para que no revolucionen el mundo!

    Me ha gustado tu blog.

    A partir de hoy, con tu permiso, me sumerjo en tus letras.

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  4. Julio me gustaron muchos de los inventos de Nelson, me sonaron muy divertidos. Que me atrevería a sugerirte que lo veulvas personajes en algunas entrdas, sería muy divertido, ya que la caracterización que le has dado es muy interesante y bien personalizada. El peinillo sin duda el más diver, me gusta mucho esta entrada, me arracaste una sonrisa, me encanta, besos

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  5. Y yo que venía preparada a sumergirme en alguno de tus densos textos (densos para mí, claro está) y me encuentro sonriendo y divertida por tu logradísimo relato de una realidad llena de sugerencias y encanto, perfectamente documentado, por cierto. Enhorabuena por tus "siempre bienvenidas sorpresas".
    Fue un buen regalo de cumpleaños.

    Chapeau de nuevo!

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  6. alguna vez,me gustaría algo escrito por vos,este relato,es muy interesante y hermoso!
    gracias por compartir
    un abrazo,perdido,vos...
    con afecto
    lidia-la escriba

    te invitaron al encuentro en bs as,el 3 de setiembre?esuna movida muy GRANDE...

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  7. merche marín: Son odiosas las comparaciones, querida poeta. Ni más ni menos, sólo diferentes tipos de escritura, otras fábulas, otras expresiones, otras connotaciones; y, el valor de un texto está íntimamente relacionado con la calidad de quien lo lee. Un fuerte abrazo.

    IRENE COMENDADOR: Así que usted es la jovencita que mete a los primos en el baño de sus protagonistas ¿eh? Bien, bien. Sólo porque adquirirá el peinillo lo dejamos pasar, por esta vez. Gracias por venir Irene. Un abrazo.

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  8. Imanol: Gracias por tu visita, tu lectura, tu comentario y dejarme pistas para alcanzar tu blog. Un gran abrazo, amigo.

    Mixha Zizek: Has tenido una brillante idea, el problema es que Nelson es un poco reacio a socializar en otros escenarios y con otros personajes, pero ya veré la forma de convencerle. Le diré que es idea de una de sus admiradoras por sus "fantásticos inventos"; también le diré que te ha gustado su historia. Un abrazo.

    aRbia: ¡Feliz cumpleaño, querida! Que tu vida esté llena -siempre- de dicha, amor, prosperidad y mucha, pero mucha salud. ¡Protesto porque nunca puedo ingresar a tu blog! Por aparte, lo confieso, nunca sé qué me depararán los personajes. Ya ves, observé a Nelson y luego me voy enterando de lo que hace. También me divertí transcribiendo lo que me mostraba. Un fuerte abrazo y reitero Uno: mis felicitaciones. Dos: Agradecimiento por tu visita, y Tres: Mi protesta formal por no poder acceder a tu blog.
    lidia-la escriba-: Cuando lo desees, sólo pídelo y te enviaré lo que desees. Gracias por tu comentario, y sí, querida he recibido la invitación para el Encuentro en Buenos Aires, pero como sabrás recién termino aquí con Palabra en el Mundo, y tengo muchos proyectos en el noroeste argentino, así que, creo que declinaré por esta vez la invitación. Un gran abrazo.

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  9. ¡Me encantó! Logré visualizar la imagen de Nelson. Su apariencia -me imagino- un poco asemejada a aquellos "hippies" de los años 60, -pero con "sus 60 años" actuales- manteniendo la indumentaria y una actitud de ... "¿Y qué?". Su temperamento ¿quijotesco? y aquellas notas pegadas a lo largo y a lo ancho de su departamento.
    Ni hablar de sus inventos, verdaderos "íconos de la practicidad", ja ! Pero por sobre todo, cabe destacar su tenacidad... A pesar de la incomprensión de un mundo que se ocupa de darle sobradas muestras de menosprecio, él sigue adelante llevando como estandarte la esperanza que algún día, esta sociedad "despierte" y lo descubra.
    (En realidad, tu genial relato no necesita de toda esta perorata que acabo de escribir. Pero bueno ... me dejé llevar. "¿Y qué? -pensaría Nelson- jajaja)

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  10. Diana Profilio: Tal cual le has visualizado, así es este Nelson incansable, tenaz y, como bien dices, quijotesco. El diccionario Corbellon, de todas maneras, no es tan malo, y como asegura Irene, publicidad mala o buena, todo sirve. Gracias por pasar, escritora amiga. Un abrazo.

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  11. Creo que no hay ideas ni malas ni buenas, al igual que las personas. Son ideas diferentes, y cada uno, tenemos una perpectiva y podemos coincidir o no.

    Buen finde, Julio.

    Besos.

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  12. Que tal, don Julio. Cuánto tiempo.
    Mi opinión sobre este fantástico texto suyo ya la conoce.
    sin embargo, viéndolo ahora, en acción, agradando a tantas imaginaciones, confirmo una vez más lo obvio: es usted un escritor completo y versátil.
    Felicidades, nuevamente, por poseer tan maravillosa pluma.
    Un abrazo.

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  13. Me has hecho reir con todo el texto, pero el final con ironía icluida es genial
    Me gustan los inventos de Nelson!
    Un abrazo

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  14. Hola julio, una entrad realmente bonita, a veces uno tiene cosas entre sus manos y no pensamos y esto quien lo hizo, quien lo invento y realmente hubo gente años atrás muy inteligente, no digo que hoy no la haya, pero a diferencia hoy hay muchos adelantos, si retrocedemos atrás, no había la mitad de la mitad, por no decir ninguno .me gusto tu entrada .un beso

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  15. Pasaba por aquí, algo de curiosidad, al leer tus comentarios, acertados, en otros blogs, y quedo con una sonrisa de alegría, después de leer esto.
    Saludos.

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  16. La creatividad es una de las emociones más fascinantes de la mente. Este inventor es un personaje maravilloso y su inocencia todavía lo es más. Que no deje nunca de inventar pues seguro que muchos de los inventos de Da Vinci aparecieron como inverosímiles en su época.

    Un relato lleno de esperanza, con un personaje perfilado con coherencia y también con cariño.

    Te abrazo amigo, poeta. Gracias por tu generosidad que es inmensa.

    Gabriela (así estoy todavía Julio, firmando con mi rebelde anonimato)

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  17. Querido Julio muy buena entrada, me hizo sacar una gran sonrisa el leer los tipos de inventos, que creativo jejeje. Un gusto leerte siempre. Que tengas una muy buena semana.
    Eve

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  18. Es de noche te leo antes de acostarme tu cuentos me hacen sentir niña de nuevo

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  19. Hola Julio, estupenda entrada. Uno de esos relatos que la dejan a una "muy a gustito" como se dice en España. Como dice otro comentario más arriba eres generoso, de verdad, con tus letras. ¡Enhorabuena!
    Un placer, como siempre, leerte.
    Un abrazo desde Ciudad de Buenos Aires

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  20. Genial Julio, una entrada fenomenal. Nelson me parece un tipo simpatiquísimo que sería divertido escucharlo. ;e lo imagino medio loco pero gracioso con un vestir perturbador.
    Una entrada ingeniosa y genial, saludos

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  21. ion-laos: Espero que tu comentario lo lea Nelson, aunque, aclaro que él jamás se deprime, y ya se enteró de lo que significa la publicación que le dedicaron. Un abrazo.

    Emanuel Carrizo: Gratie plena, don Emanuel, es usted más gentil que cualquier gentil. Ya iré a su espacio a ver qué sorpresa nos tiene su talento y nos vemos el miércoles en el Laboratorio. Un gran abrazo.

    Oteaba Auer: También a mí me gustan los inventos de este "revolucionario", querida poeta. Un poco excéntricos, pero idearios al fin. Un abrazo.

    Ar@bia: Mi buena amiga, espero, de corazón, que estés mejor de ánimo; y confío en que Nelson te haya hecho reír un poquitín. Gracias por venir.
    Abrazos.

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  22. José María Alloza: Bienvenido, querido José María. Como verás aquí hay buenos amigos a quienes comparto el poco talento que natura me brinda. Ponte cómodo y disfruta. Un abrazo.

    Gabriela Amorós: Daré tu mensaje a Nelson, aunque me parece que te está leyendo en este momento, y ambos te lo agradecemos. Parodiando a Bécquer diré: Qué solos quedan los personajes cuando el lector se retira ¿te has dado cuenta, poeta? Gracias mil por venir y dejar tu comentario. Un abrazo.

    Eve: También para ti, deseo una semana portentosa en dicha, bienestar, salud y mucho, pero mucho cariño. Gracias por llegar y quedarte. Un abrazo.

    Recomenzar: Has prorrumpido con el mejor cumplido que pueda hacerse a un aprendiz de escritor. Qué maravillosa forma de decir que te ha gustado este espacio. Gracias, escritora amiga. Un abrazo.

    Susana Inés Nicolini: Hasta Buenos Aires envío un millón de gracias y abrazos por tu gentileza, amiga mía. Espero que todo en tu vida vaya de maravilla. Gracias otra vez.

    Esteban: Espero que un día, nuestro Nelson, me deje escucharlo o verlo interactuando con otro u otros personajes. En fin, Esteban, tú sabes cómo es esto. Sólo transcribimos, sólo organizamos escrituralmente lo que la mente ve. Un abrazo, amigo mío.

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  23. hola Julio,
    el pobre Nelson, cuando se entere no quisiera verle la cara de desconcertado o triste. Pero pienso que para todo hay puesto en este mundo, siempre y cuando ses útil para algo, no crees tu también, Julio?

    un fuerte abrazo^^

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  24. Rebeca: Gracias, poeta, por pasar y enterarte de la vida de este inventor, que, te digo, la pasa bien, creo que a él no le afecta. Por hoy, sólo está feliz con la publicación.
    Otro abrazo para ti.

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  25. Me apasionan estas personas incomprendidas por la sociedad. Son tachados de imbéciles, pero podrían ser catalogados como genios. ¿Quién sabe?

    El cuento es súper divertido.

    Abrazos
    Ana

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