sábado, 18 de junio de 2011

Efecto Dominó

Tenía exactamente cinco minutos de haber sacado el nuevo micrófono de la caja y –conectándolo a una pequeña fuente de energía- hacía pruebas con él; sonó su teléfono, se puso nerviosa y al apagar el micrófono, meter la mano en la bolsa de su chaqueta y retirar violentamente el cable de la fuente de energía éste se desprendió de la base extrayendo los coloridos alambres y la pequeña batería que lo convertía en un micrófono inalámbrico, además de quebrar la pequeña placa de encendido.
Su familia, amigos −y ella misma− lo reconocían, a veces, tenía una enorme facilidad y vocación para echarlo todo a perder.
La llamada era de su madre preguntándole a qué hora llegaba esa noche para disponer esperarla o dejarle algún platillo de comida en el comedor; a contestar iba cuando el otro teléfono en su bolso de mano sonó, le dijo a su madre que la llamaba en cinco minutos y sacó el otro teléfono, habló con el jefe de redacción, y mientras atendía indicaciones salió del pequeño cubículo con el arruinado micrófono en la otra mano y se encaminó hacia los camerinos, pero al pasar por una pequeña sala de espera volvió a sonar el otro teléfono en su chaqueta, se sentó, dejó el micrófono sobre una mesita de centro donde había revistas y periódicos, y mientras seguía hablando vio en la pantalla del otro teléfono quién la llamaba; aligeró la charla con su jefe de redacción con un “Mejor voy a tu oficina, chau”.
Contestó dichosa en la otra línea y aceptó la invitación a cenar después de las once de la noche cuando saliera de la transmisión; luego se puso melosa con el galante que la invitaba, se levantó olvidando allí el micrófono descompuesto y fue directamente a la oficina de su jefe.
En el camino, mientras seguía su conversación por teléfono, se hizo a un lado para dejar pasar a una secretaria y a un joven de la oficina contable. Ella desapareció por el pasillo y aquellos llegaron a la pequeña sala, allí discutieron acremente y en un momento inadvertido él la tomó rudamente del brazo, la muchacha sin nada más que el micrófono a su alcance lo agarró y lo estrelló violentamente en la frente del muchacho quien cayó al piso sangrando. La secretaria corrió y dio cuenta del suceso y una ambulancia lo llevó a urgencias del Hospital San Pablo donde el joven médico encargado de la unidad estaba por marcharse, ansioso de ir a reunirse con su mujer que lo esperaría en una pequeña cafetería de un centro comercial a pocas cuadras del centro hospitalario, y, aunque su reemplazo aún no llegaba, era “improbable” que lo necesitaran inmediatamente ¡se equivocó!
El lejano ulular de la sirena de una ambulancia puso en sus entrañas un mal presentimiento: “Pasá, pasá, pasá de largo”. Pero el sonido en lugar de alejarse más se acercaba y él volvió a colocarse su bata de médico y fue a preparar la recepción del paciente.
En tanto el herido era llevado al quirófano para suturarle una herida en la frente llamó a su mujer y le contó lo que ocurría y que no sabía cuánto tardaría, así que le sugirió que tomara algo y se acercara ella al hospital, y en premio, además de la cena, irían al cine.
La mujer del médico pidió un té y un pastelillo –por si su marido tardaba más de lo debido en el hospital- y tras disfrutar su solitaria velada se levantó y salió del centro comercial; un muchacho se puso a caminar al lado de ella y a piropearla; al principio ella caminó más rápido sin poner atención en las vulgaridades, pero cuando el extraño quiso pasar el brazo por sus hombros saltó a un lado y le gritó neurótica: “Dejáme, hijueputa”. El muchacho sacó una navaja y la flotó, riéndose frente a la cara de la mujer quien se sintió morir, pero algo sucedió que el desfachatado sólo la escupió en el rostro y comenzó a correr. Cuando llorando sacaba un pañuelo para limpiarse vio pasar corriendo a un policía; dos meses llevaba trabajando en la Institución, se sentía orgulloso de lucir su uniforme ¡y le dio alcance! Logró pescar de la camisa al delincuente pero éste se volteó y hundió varias veces en el vientre del policía la navaja; el agente cayó y el otro huyó entre los autos que pasaban a esa hora por el lugar.
La esposa del médico llamó inmediatamente al 911 y en menos de tres minutos varias radiopatrullas acordonaban el lugar; también llegó un contingente de periodistas. Ella declaró al comisario lo ocurrido y luego fue abordada por una periodista que a quemarropa puso un micrófono en su boca –instintivamente recordó la navaja del delincuente− “¿Usted vio lo que ocurrió, señora?”.
Así comenzó la entrevista la joven periodista que media hora antes había echado a perder un micrófono pero que jamás imaginó cuántas vidas había malogrado esa noche.

27 comentarios:

  1. Qué majestuosa sucesión de circunstancias hiladas por la misma madeja, sucediéndose unas a las otras hasta cerrar el círculo con el mismo micrófono donde todo empezó...
    Haces que el lector siga tras cada escena trepidante de sensaciones y deseando no perder el hilo que tan maravillosamente tú, gran escritor manejas, tejiendo vidas de personajes reales y creibles como la vida misma...
    Abrazos.

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  2. Soberbia la manera de hilvanar una historia que me ha sabido a poco. Todo es un producto de causalidades. Quién le iba a decir a la supuesta gefe de la periodista que poco rato después iba a hacer esa entrevista.

    Besos.

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  3. Me gusta este tipo de relato que, por cierto, usted lleva bien y sabe cerrar con elegante oficio. Espero recuperar pronto el tiempo para volver a mis visitas a los blogs. Un abrazo entrañable, amigo. [También me gusta mucho este tipo de narración en el cine].

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  4. Muchas historias atadas. Me gustó. (Y)

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  5. Una imprevista "causalidad" de la mano de la -no menos imprevista- "casualidad"... Llegar a determinada situación debido a una cadena de circunstancias -ajenas- que van desencadenando repentinos cambios de planes.TODO ESTO narrado de manera impecable -como siempre- dejando la puerta abierta a la reflexión. ¿Nuestra vida es sólo eso? ¿Apenas un cúmulo de redes que se van entrelanzando -deparándonos determinados sucesos que no están a nuestro alcance manejar-? ¡Y después "creemos" que somos los artífices de nuestra propia existencia... Sólo tenemos la posibilidad de "elegir" al azar por qué vereda caminar, en qué esquina doblar. ¿Peroooo, si hubiésemos optado por la vereda de enfrente y en lugar de doblar en esa esquina hubiésemos seguido derecho? Sin dudas que algo diferente acontecería...

    Una suerte de providencia se habrá cruzado e hizo que llegara a conocer a este Escritor, el cual me "abastece" de diarios momentos de bella lectura. Vaya a saber qué cosas se fueron entretejiendo para llegar hasta aquí... Sea lo que fuere, me alegro de haya sido así. Un beso grande !!!!

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  6. Impresionante forma de encadenar casualidades con tal fatal desenlace.

    Besos

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  7. Hola amigo!
    Fascinante historia, una cantidad de personajes ricos, comunes e increíbles. Creo que tu historia es tan buena que aunque el efecto dominó termina en un círculo vicioso, podría continuar disparándose hacia nuevas direcciones formando otros círculos.
    Julio, simplemente brillante. Un abrazo enorme poeta!

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  8. Bueno, por eso serà que se dice que no hay "casualidad" sino causalidad...tal vez, mas adelante, algo sucederà que hacìa necesario que esuviesen conectados aunque no se conocieran...pero claro, que esa serìa otra historia...

    ¡Fatàstico!

    saludos

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  9. Julio maestro ....desde un movil se te lee muy bien. Doy fe. Vamos con el comentario a ver sí lo hago bien....

    En una situacion asi podriamos decir que no hay mal que por bien no venga... pero estoy convencida que la torpe periodista hubiera preferido no desencadenar tantas desdichas.

    Como siempre conseguiste que me metiera en la piel de tus personajes pero esta vez fue mejor.... una ciudad entera y yo dando saltos de un lugar a otro hasta la conclusion.
    La descripcion justa,precisa,con el detalle clave para hacernos viajar contigo y tus relatos.
    Gracias por el paseo. simplemente genial.
    Un besazo.

    PD: mañana te mando eso. Cuando este en mi tierra y mis dominios.

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  10. Sucessivas coincidências. Magnifico o modo como desenrolas a história.
    Um grande abraço Julio
    oa.s

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  11. Muy bueno, disfrutable, excelente!
    Un abrazo

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  12. Es una historia curiosa y divertida, aunque acaba en tragedia. Es tu modo de narrarlo lo que la hace tan amena y particular. Me ha gustado la red que se ha ido tejiendo alrededor de los personajes.
    Un abrazo.

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  13. Mascab: Es interesante cómo y hasta dónde, muchas vidas se entrelazan y conectan por un distante y ajeno "suceso". Celebro que te gustara amiga mía, lo celebro de corazón.

    ion-laos: Sé, amiga mía, que la historia puede convertirse en una "historia sinfin", pero no quiero abusar de su tiempo y generosidad. Un enorme abrazo.

    Wílliam Venegas: Da la narración para un buen Director que sepa extraerle el jugo a las conexiones invisibles que nos unen a ese todo que llamamos humanidad. Espero que restablezca su tiempo y sigamos compartiendo la palabra. Un abrazo.

    Adrián Rios: Gracias por pasar por Hablapalabra, amigo mío, gracias mil.

    Diana Profilio: Causalidad, casualidad, eventos, accidentes, palabras, todo construyendo historias en cada esquina, amiga mía. Y parodiando a la escritora, digo: "Una suerte de providencia se habrá cruzado e hizo que llegara a conocer a esta Escritora, quien me "abastece" de estímulo, simpatía y cariño, necesarios para seguir. Vaya a saber qué cosas se fueron entretejiendo para llegar hasta aquí... Sea lo que fuere, me alegro de haya sido así. Un beso grande.". Que tu fin de semana sea esplendoroso.

    María: Tú lo has dicho, poeta, ¡impresionante! Simplemente asombroso cómo un suceso en la vida de alguien, en el momento de otra persona marca a otras. Un abrazo gigante.

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  14. Guille: Escritor amigo, gracias por tus palabras. Y a mis amigos de letras, les invito a pasearse por Un lugar en el mundo, que administra este estupendo escritor; la pasarán bien. Y tienes razón, Guille, la fábula podría continuar formando otros nodos argumentales, definitivamente muy de acuerdo contigo. Un abrazo.

    ADELFA MARTIN: Vaya hasta nuestro México lindo y querido un gran y portentoso abrazo. Gracias por tu historia sobre Aquetzalli, muy buena. Felicidades.

    Gala(tea): Gracias, escritora amiga. La periodista -extra narración- me ha dicho que no es culpa de ella ser tan torpe, que entiende tu indignación y que no lo volverá a hacer. Además dice que comparte tu criterio de que "no hay mal que por bien no venga...". No sé el nombre de la periodista, ni los demás, pero ellos sí saben el tuyo. Un abrazo, y otra vez, gracias por el premio que concedes a Hablapalabra. Un abrazo.

    OceanoAzul.Sonhos: Gracias, poeta amiga. Tu presencia en Hablapalabra es un fuerte estímulo a continuar con el ejercicio de la palabra narrativa. Muchas, muchas gracias. Un oceánico abrazo.

    enletrasarte: Gracias, poeta de arte mayor, de sonetos y metáforas preciosas. Un abrazo.

    merche marín: Celebro que te gustara, poeta, realmente es importante que cada narración no les defraude. Un cálido abrazo.

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  15. Excelente enlace de vidas. Este tipo de situaciones se utilizan en las improvisaciones teatrales como SINFIN. Un abrazo

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  16. Siempre nos atrapas hasta el final con tus relatos. Por algo dicen que el aleteo de una mariposa tiene efectos en todo el universo, como le pasó a la periodista.

    Besos

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  17. He paseado por vertiginosas escenas hasta llegar a un final dibujado. Muy pero muy bueno. Eres genial. Un abrazo.

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  18. Paso a paso se van sucediendo y desatando los cabos para que todos estos personajes y por un solo hecho casual tengan esa noche un final diferente, ninguno de ellos lo sabe,pero sus vidas han cambiado por la simple torpeza de alguien que sin pretenderlo va ha acabar la historia que ella misma a empezado.
    Un saludo.

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  19. Por ser un maravilloso maestro, te dejo una cosita en mi humilde espacio...

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  20. Julio
    Esta entrada de lujo, ese efecto que da la vuelta a cada una de las circunstancias que están unidas por una acción sea o no inesperada, se hilvanan y van fusionandose de manera genial, me encanta tu entrada, besos

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  21. Me quedé sin palabras, es maravilloso este relato, la sucesión de acontecimientos tan bien detallados y escritos.
    Julio eres todo un grandísimo escritor y me enorgullece poder leerte y dejar este pobre comentario.
    La vida es así, sucesiones de situaciones que provocan acciones.
    Sólo puedo aplaudirte mil veces y más.

    Un abrazo

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  22. Disculpad mi ausencia, he sido esclava del tiempo ¡corriendo a contrarreloj! Menos mal que ya se acercan esos días calurosos para poder disfrutar de tiempo libre: ir a la playa, leer, salir con los amigos... (: Me pasaré más a menudo, lo intentaré, palabra.
    ¡Saludos!

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  23. Lapislazuli: Gracias, amiga mía, por tu valioso comentario. Y, ciertamente, en los ejercicios actanciales se plantea este clase argumentativa para el juego escénico. Un abrazo.

    Jessenia: Celebro, amiga y escritora que reconozcas la invisible fuerza que nos contiene a todos. Un abrazo.

    Alma Mateos Taborda: Geniales son mis lectores y lectoras que no se guardan un gramo de generosidad para alentar a este aprendiz de escribiente. Un gran abrazo.

    josejosesita: Te aseguro, amiga mía, que sin la mujercita ésta, jugando a la torpeza, no habría podido surgir ninguna historia. Tampoco es una apología a la idiotez. Mil abrazos.

    Mascab: Gracias, mil gracias, por acordarte de Hablapalabra, sus historias y sus personajes. En representación de ellos, lo recibo con humildad.

    Mixha Zizek: Y a mí me encanta que te encante el encanto de los personajes y sus historias. Un fuerte abrazo.

    Princesa115: Soy yo, poeta amiga, quien se enorgullece de sus concepciones y emociones que surgen en cada relato y cuento. Mil abrazos para ti.

    Gloria María: Me quedo con tu palabra, jovencita, y a ver si activamos tu blog para que tus lectores te sigamos más de cerca. Un abrazo.

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  24. En ningún momento he pensado que esa mujer sea idiota, si mi comentario te ha hecho pensar eso, quiero aclararte que no ha sido mi intención. Yo estoy en este encuadre de manirota,(ya que soy muy dada a romper cosas),me preguntaba al escribir el texto si había cambiado la realidad de alguien cuando me sucede algo parecido. Nunca lo había pensado,pero bien podría ser,aunque desearía que hubiese sido para bien.
    Me gusta recibir tus comentarios. Gracias.

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  25. josejosesita: El atrevido con el personaje he sido yo; tu comentario ha sido muy claro y no da lugar a interpretaciones erróneas. Por otra parte, siento que de alguna manera, sabiéndolo o no, siempre nuestros actos y decires van a ir a afectar a alguien, y éste a otro y este otro a otra, etcétera.
    Un abrazo.

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  26. Diana Profilio me recomendo tu Blog y le estoy muy agradecida

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  27. Muy bueno este efecto dominó llevado hasta el paroxismo. Como la vida misma, pero elevado al cubo.

    Genial.

    Ha sido muy interesante la lectura. Prodigioso final que podría continuar hasta el infinito.

    Un abrazo
    Ana

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