−Si te lo dijera, ¿prometes mantener la calma?
Willson se levantó del sillón y fue, serenamente, hacia la ventana. Desde allí vio los otros rascacielos y edificios; bajó la vista y observó las calles y avenidas con su incesante tráfico; los nerviosos nudos de gente, mucha gente yendo, doblando y desapareciendo. Se volteó a Marian, la miró fijo a los ojos −ella jugaba con su largo collar de ónix− y desde allí se lo dijo.
−Nunca hago promesas. Si no quieres hablar ¿para qué llamaste?
También la mujer se levantó y fue hacia la puerta. Madura, voluptuosa, elegante y de carácter. El diplomático la vio echar llave, ir a sentarse en un sillón y con la mano hacerle señas para que también él se sentara, así lo hizo.
−Se está cocinando algo grande, Willson, algo muy grande −se mordió un labio.
−¿Y? −Dijo alzando los hombros el embajador Willson.
Marian cruzó la pierna y él no pudo evitar arrastrar sus ojos hasta el rollizo muslo metido en una transparente media de seda negra. Ella lo notó pero fingió ignorancia o comprensión. Se sabía hermosa y deseable.
−Si hubieras ido a la fiesta de los norteamericanos…
−Déjate de rodeos. Tengo un almuerzo.
−Si hubieras estado allí, no hubiera tenido que citarte.
−Por favor, Marian, tengo un almuerzo.
−Armenio. Apellido: Assarian. ¿Te dice algo? −Arriesgó ella mirando fijamente a su examante.
−Ni europeo ni asiático, agregado militar y funge también como encargado de asuntos comerciales. ¿Qué hay con él?
−Si te lo digo…
−Déjate de juegos, por favor.
−¡Ah! Petroni cayó en la piscina ¿lo supiste? Estaba tan borracho el pobre.
Willson también cruzó la pierna y contestó aburrido.
−No era alcohol, Marian, y lo sabes. Cocaína y orgías. Mi gobierno me previno de no asistir.
−Volvamos con Assarian −dijo ella con un sensual guiño de ojos.
Un tenso silencio fue a taparles la boca, y Marian cambió la posición de sus piernas, ahora era el otro muslo el que resecó la garganta del embajador.
−Dijiste que se cocinaba algo grande. ¿Lo dirás o no?
El silencio seguía con su manota sobre los labios de Marian hasta que un suspiro infló sus pechos y el silencio se fue hacia la ventana.
−Está bien. He cenado un par de veces con él…
Algo provocó en el embajador Willson esta declaración porque arrugó el entrecejo y contrajo su mano derecha. Marian no pasó desapercibidos estos signos. Era muy observadora, y entonces dudó en si creer en la cordura del diplomático si le revelaba “aquello” que tenía que decirle. Éste sacó un cigarrillo y lo encendió. No cabía duda, el embajador no soportaría la información.
−¿Te molesta? −Dijo él, alzando el cigarro hacia Marian.
−Nunca me lo preguntaste antes, ¿por qué ahora?
−Bien –dijo él, aspirando una bocanada de humo−, saliste con este mamarracho…
−Es millonario −respondió ella orgullosa.
−El tráfico de armas y drogas es muy rentable.
−No. Su familia tiene negocios en Francia.
−Me importa tres pitos la vida privada de esa lacra.
Entonces, un chispazo, un golpe de nervios o un torrente eléctrico en la espina dorsal en Marian la hizo casi gritar.
−¡Me pidió matrimonio!
El silencio corrió desde la ventana a tapar las bocas de Marian y el embajador Willson. El cigarrillo temblaba en la mano de él y ella desvió la vista hacia la ventana. Decirlo y arrepentirse fue como la explosión y la ojiva deshecha en su objetivo. Quien hablara primero, se condenaría. Era el mutuo presentimiento.
−No puedes hacer eso.
−No estoy casada, no tengo hijos, un día estaré vieja.
Una revelación, un pensamiento tantas veces negado fue a plantarse glorioso en la mente del embajador, y enarbolando el deleite del triunfo o el sacrificio, se lo dijo aplastando su cigarrillo en el cenicero.
−¡Está bien, Marian! Voy a divorciarme. Te casarás conmigo.
Marian se agitó en un espasmo de dicha o incredulidad, y él fue a abrazarla y a besar sus labios tiernamente. Luego se puso de pie y fue hacia la puerta, desde allí le habló.
−Comenzaré los trámites, y hoy, cenaremos juntos.
Giró las llaves, abrió y desapareció. Marian se levantó entusiasta sin perder su sobriedad, descolgó el teléfono, marcó un número y luego dijo:
−Listo. Va a divorciarse −la otra voz guardó silencio y tras un “Bien” ella agregó− ¿Qué viene ahora?
−Espera órdenes −Y colgó.
Marian también lo hizo y fue hacia la ventana. Cinco millones de dólares por arruinar la carrera de un diplomático seguía pareciéndole poco, aunque para sus contratistas era ¡algo grande!
Hola Julio!!
ResponderEliminarLa intriga me ha echo no despegar mis ojos de la pantalla,hasta terminar de leer.
Has sabido darle emoción y suspense hasta el final.
Genial,Julio!!
Me ha gustado mucho como has llevado esos pequeños detalles de la historia:cruce de piernas,arruga en el entrecejo,aplastar el cigarro...eres un maestro!!
Un abrazo
Feliz semana
Escribes divinamente, Julio. Está bien labrada la historia, se lee de tirón y mantiene la intriga hasta el final.Felicidades.
ResponderEliminarUn beso ( o dos).
Sabes lo que más me ha gustado de toda la historia???? la forma de describir el lenguaje no verbal de los personajes...era como si estuviera viendo cada uno de sus gestos.
ResponderEliminarMuy bueno, muy bueno.
Estabas allí, eso seguro, y lo digo compartiendo lo que ya han observado el resto de compañeros: los detalles que labran tu historia. Muy bien construída, y la protagonista... perversa, como debe ser.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Desolador...también ella resultó ser una lacra.
ResponderEliminarMás real de lo que pudiese parecer.
Un beso.
Muy bueno, el cruce de piernas tipo Sharon Stone,aunque algo más gorditas. Geniallll!!!Yo pensé que iba a ser todo una mentira de ella para "pescarlo" jajajajjajajaja.Muyyy bueno.Enhorabuena Torero!!!!!
ResponderEliminarCuriosón, que eres un curiosón!!!
ResponderEliminarMe llamo Chelo.
Besazo.
Un buen suspense, maestro.
ResponderEliminarSaludos desde el aire
Ayy..lo que ahí se estaba cocinando era una gran traición . jajaa...me encanta el misterio que le pones desde el inicio.. una historia muy bien contada, y es que pareciera como si no estuvieramos leyendo sino como si lo estuviesemos viendo en el Cine..bien Julio.
ResponderEliminarBuen inicio de semana
Besos.
¡Hola!
ResponderEliminarTambién en la realidad ocurren hechos y deshechos.
Saludos de J.M. Ojeda.
P.D.Muy bueno el relato.
La verdad Julio que has bordado increíblemente el diálogo y la situación gestual y hasta nos has hecho percibir la imagen de los silencios de los protagonistas. Cuando he empezado a leer el relato estaba pensando en qué sútil juego de seducción, pues conseguías que miráramos más allá de los hechos, de las preguntas, de los acercamientos verbales ... pero sin saber qué sorpresa nos esperaba.
ResponderEliminarHe disfrutado la situación y las reacciones del embajador, me han parecido muy buenas.
Marian, aviesamente atrapante con sus cruces de piernas es la que ha dominado plenamente los golpes de intriga.
Un abrazo, admirado poeta.
Gabriela Amorós
Hola amigo: buen relato nos muestras, me gusta el misterio que pones en todos tus escritos, eres un maestro de las letras.
ResponderEliminarUn abrazo bloguero.
Misterioso... auténtico. Escribes de maravilla. Me ha encantado la historia. Besos.
ResponderEliminarFabulosa escena! el lenguaje no verbal de ésta intrigante mujer metida a espionaje casi sin saber que un hombre la desea más allá de su propia estabilidad social y emocional, que seca la saliva y encoje el corazón de ése hombre que arde en deseos de abalanzarse sobre la voluptosa mujer que se los inspira.
ResponderEliminarUna historia de espionaje que nos mantiene en tensión hasta el final, llevándonos por cada rincón de la estancia, bajando sigilosamente uno tras otro, los renglones de tu relato.
Besos.
Asquito dan los dos, ella por traidora y me quedo corta, y él sólo por el afán de poseerla, por quitarle al otro lo que cree que es "suyo". Ni quiere a su mujer, ni a la tipa esta.
ResponderEliminarY digo yo, por qué se creen vencedores? Por qué subestiman al diplomático? Están ellos en su cabeza?
Alguien ha dicho la última palabra?
Fantástico Julio! Suspense total!
Gracias por tus buenos deseos, muchos besos.
Menuda pájara.
ResponderEliminarAunque por cinco millones de dólares me caso con el sillón.
Saludos.
Excelente relato, enhorabuena!
ResponderEliminarSaludos afectuosos
Mucho mejor que la realidad, en la que situaciones como estas, con intereses y protagonistas que prevarican, extorsionan y modifican con sus chantajes (diplomáticos,económicos o sexuales) el curso de la vida. Sintético, modulado con minimalismo gestual muy logrado, secuencias la escena de forma admirable.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu relato situacional.
Pobrecines, son igual de cínicos los dos. Qué pena no poder confiar en nadie.
ResponderEliminarNos has dado una lección magistral de intriga y descripción, me parecía estar en aquella habitación en primera fila. GENIAL como siempre. Un bessito
No se puede subestimar el poder de seducción de una examante... del mismo modo que no se puede obviar el deseo irrefrenable que sufren algunos amantes cuando ven a su "posesión" marcharse con otro...
ResponderEliminarNo me gusta el comportamiento ni de uno ni de otro... pero es tan real como la vida misma...
No se sabe lo que se tiene hasta que no se pierde... como dice el refrán pero en este caso.. tal vez él pierda muchisimo mas... y todo por 5 millones?? hay que ser mala gente...(lo digo por ella)
En fin Julio, que puedo decir , una vez mas me conquistas la mente...
Rendida pues quedo...
Perdón por estar tanto tiempo sin pasarme... ultimamente he estado off...
Un besito gigante.
Este premio compartido, es para obsequiárselo a quienes creemos son merecedores de él. Por eso si vas a http://wwwaulaeempadoble.blogspot.com/2011/07/premio-sunshine-award_09.html, lo hallarás.
ResponderEliminarEs para reconocer tu excelente trabajo, muy entretenido y atrapante.Además,eres compatriota,lo que le agrega un plus al premio.
Un saludo desde San Francisco, Córdoba (Argentina).
Julio:
ResponderEliminarEs increíble, tu historia atrapa hasta el final, si es que no conocía tus relatos, solo tus versos, y me ha encantado tu manera de relatar, te felicito, eres además de un gran poeta, un excelente escritor.
Un beso.
Ay por Dios!! "Madura, voluptuosa, elegante y de carácter..." iba a escribir si me conocías de algo cuando leí esa definición que habías puesto, pero al ver el final de la historia como que arrugué...jamás sería capaz de arruinar la vida de nadie por 5 millones...por 10 siii{..jejeje
ResponderEliminarTodo es broma..me gustó tu relato
Un placer llegar a tu blog...Besitos.
Pero que malas somos las mujeres malas!!! Ja, ja!!
ResponderEliminarGenial modo de narrar una historia. La prosa se te da de maravilla y eres un maestro del suspense, manteniéndonos en vilo siempre hasta un final sorprendente.
Un abrazo.
sin tiempo para comentar, me pongo a leer. Saludos
ResponderEliminarGENIAL!!! Con consabida maestría fuiste pintando aquella escena: lugar, intriga, situación, vacilaciones, rodeos, diálogos, silencios, sensualidad, miradas, ¡piernas!... Especulaciones, sondeos, solapada extorsión, sometimiento y ¡triunfo! Aunque este autor no pudo con su genio y también quiso tener "protagonismo". ¿Hacía falta que Marian te terminara llamando por teléfono? Ahhhh... ¡estos escritores! jajajaja ¡Me encantó! Felicitaciones, Julio!!! Impecable como siempre. Un beso GRANDE !!!
ResponderEliminarImposible interrumpir la lectura.
ResponderEliminarGran escena y una fantástica lectura de entre líneas.
Un Abrazo.
Hola Julio
ResponderEliminarManipulación, estrategia, poder, intriga... Esta vez en las altas esferas, pero bien podía aplicarse al resto de la sociedad.
Me ha encantado. He estado sin poder levantar la mirada de la pantalla del ordenador.
Besotes.
Mantienes la intriga del lector hasta el final. Fantástico relato.
ResponderEliminarUn abrazo!
Ese sutil movimiento de piernas que usamos hábilmente las mujeres. Ese simple detalle, logra que algunas mujeres sean fatales y letales en sus conquistas. Cuando la política es lamida por labios, de voluptuosas mujeres dispuestas a todo, la balanza pierde su equilibrio.
ResponderEliminarUn abrazo Julio.
Además el final es totalmente inesperado... en ningún momento pensé que el traficante pudiera comprar a la amante del diplomático y más adelante, ambos manipularlo de ese modo.
ResponderEliminarun lectura estupenda.
saludos
Intriga imantada, lector atrapado! se puede separar la vista de tus historias? ésta es realmente genial, muestra el arte (no solo mediante la seducción) del personaje, una mujer
ResponderEliminaren este caso, que consigue (no solo información) sino celos/ruptura/distracción/envidia...
y todo por dinero, claro. Voilá! Solo puedo decirte "gracias, maestro" y Olé...
Julio, quanta intriga em sua história, mantém-nos presos do inicio ao fim. A traição é uma arma terrível.
ResponderEliminarUm grande abraço
oa.s
estrella: Gracias, amiga mía, celebro que disfrutaras este pequeño entremés de intrigas y juegos retorcidos. Un abrazo.
ResponderEliminarPiel: Yo siento que no hay tanto talento autoral como "oficio" en el sentido de respetar el aroma y ecos de la fábula, lo que hacen y dicen los personajes. Cuando el escritor se distancia de su enciclopedia y experiencias, entonces está listo para "contar". Aprecio tus conceptos. Gracias mil.
METAMORFOSIS: ¡Exacto! En las historias no todo es lo que dicen los personajes, sino todo ese pequeño universo gestual que acompaña las palabras, las revelaciones y silencios. Gracias por estar aquí. Un abrazo.
Chesana: Sí, allí estuve, Chesana, invisible y sin hacer el mínimo ruido; y también me pareció voluptuosamente perversa esta Marian. Un abrazo.
Marinel: Celebro que también en Hablapalabra vengas a derramar tus letras, amiga mía, y como le escribo a Chesana, Marian es el modelo perfecto de la inescrupulosidad -qué palabrota-. Un abrazo.
midala: En la medida que te leía y no veía aparecer mi: ¡Torero! Comencé a decirme: "¿Qué hice de malo?" Pero allí estaba, bien clarito y legible. Gracias, escritora amiga.
Rosa: Gracias, amiga mía, por tus lecturas, tu tiempo, tu visita y sobre todo, tus comentarios. Un abrazo desde el aire.
Diazul: Me gusta esa tendencia cinematográfica de los textos narrativos, sin abusar por supuesto. Como en todo en la vida, en la justa medida. Gracias mil por estar aquí.
J.M. Ojeda: También, querido poeta, también en la vida real ocurre todo este tipo de siniestros. Un abrazo.
ResponderEliminarGabriela Amorós -La emoción indomable-: Gracias, poeta querida, por tus percepciones y conceptos. Hay una tendencia, últimamente a brindarte Homenajes Poéticos, lo cual me satisface y enorgullece, por cuanto eres no sólo una estupenda escritora -narrativa y poesía- sino una magnífica persona, cariñosa y solidaria. Un abrazo.
Magda: Estoy de acuerdo contigo, Magda, ha sido una buena historia, el menos tu servidor la disfrutó mucho en tanto la escribía. Un abrazo.
Julie: Gracias, fina poeta, gracias por estar aquí y, de alguna manera, permitir afectarte por lo leído. Un abrazo.
Mascab: A veces, Mascab, el autor cae en esos pozos del morbo y la falta de valores de los mismos personajes y ¡ni modo, no queda otra! más que estar allí para sacar algo de la historia. Gracias por tus conceptos y tu disfrute. Un abrazo.
ion-laos: Bien, amiga mía, también me ha dado algo de rabieta por la "supuesta víctima", pero ¡cuidado! Para ser embajador, creo que Willson no es un inocente corderito; más los siento, tal para cual. Un abrazo y gracias.
TORO SALVAJE: Ahora sabemos tu precio, amigo mío. Yo, por menos me caso con el escritorio. Un gran abrazo.
Omar(masletrasarte): Gracias, poeta amigo. Me da un enorme gusto que hayas disfrutado de esta historia -que no es más que eso, una historia más-. Un abrazo.
Ábradas: Las gracias las doy yo, por tu tiempo, tu lectura, tu solidaridad, tu análisis y percepciones. Nada es más grande que estar acompañado de tantos buenos escritores. Un abrazo.
ResponderEliminarMEN: Hoy, esto es lo que tocó en Hablapalabra, bajar al subterráneo mundillo de las bajas pasiones, amiga mía. Celebro que lo hayas disfrutado, aunque lo contemplado choque con nuestros valores. Un abrazo.
Gala(tea): A veces, hay una delgada y vaporosa línea separando realidad y ficción; a veces, ciertamente es difícil distinguir cuál es cuál. No te preocupes por no venir cuando tú quieres, atiende tus cosas, tu agenda, familia y amigos -físicos-, aunque tenerte aquí es grandioso. Un abrazo.
Elsa: Gracias, Cordobesa amiga, por el premio, pero más por tu presencia y acompañamiento, en su momento colgaremos y compartiremos este valioso premio que nos concedes; también y sin herir susceptibilidades te aclaro que no soy argentino -en fin, todos somos latinoamricanos-, vivo en tu país desde Dic.2005 -espero que ello no nos retire el premio-. Un abrazo gigante.
María: Se hace lo que se puede, poeta amiga, ahí van las palabras uniéndose para dar forma a un poema o una narración; pero el valor se lo confiere quien lee estas producciones. Un enorme abrazo.
Doña Bostezos: Por 10 millones ¡sí! Todo tiene un precio. Gracias mil, querida amiga, y mando hasta Venezuela todo nuestro cariño y solidaridad. Un abrazo.
merche marín: Gracias, poeta amiga, por tu lectura y percepciones. Entiendo que ahora "casi" eres vecina de Sor Cecilia; si un día vas a visitarle dale un abrazo de parte mía y de todos mis compañeros(as) escritores(as). Un abrazo.
El Escritor: Lea, querido amigo, las puertas están abiertas para que usted vaya a donde mejor le plazca. Te digo ¡Bienvenido! y ojalá que nuestras jornadas -mutuas- nos deparen una amistad gigante. Un abrazo.
Diana Profilio: Diana querida, yo fui el primer sorprendido con su llamada, me quedé en una pieza y sólo pude farfullar un "Bien", pero el sobresalto fue cuando me dijo: ¿Qué viene ahora?, no se me ocurrió más que decirle: Espera órdenes. En fin, creí que lo echaríamos a perder, pero salimos bien librados (espero). Un abrazo grande, escritora amiga, mil gracias por tanto.
Emanuel Carrizo: Gracias, poeta amigo, por acercarse a leer estas historias que vienen a plantarse en Hablapalabra. Un abrazo grande.
¡ay los hombres, cuando aprenderàn! Pero ni modo, en el pecado llevan la penitencia, jajaja
ResponderEliminarAbrazos
Mandalas, Espacio Abierto: Qué hermoso es cuando las puertas de Hablapalabra se abren y entran personajes como tú, a quien abrazamos y en nombre de mis escritores y escritoras amigas te decimos ¡bienvenida! Ojalá que estés bien con nosotros. Un abrazo universal.
ResponderEliminarNavarro: Gracias, mi querido escritor, gracias por tu constante apoyo a este espacio. Un abrazo.
Taty Cascada: Has descubierto los apellidos de Marin (fatal y letal), creo que por eso se involucró o inventó tener una relación con un tal Assarian. Gracias poeta, por venir. Un abrazo.
Esilleviana: Así es, querida amiga, la vocación de este género es el cúmulo de sorpresas que pueda proporcionar al lector para que tenga una visión de varios espejos y no una plana. Gracias por volver. Un abrazo grande.
J.Maseda: Acepto tu ¡Olé! Maravilloso poeta. Y a mis amigos les invito cordialmente a visitar el espacio del señor Maseda, van a quedar encantados. (De hecho todos habríamos de visitarnos mutuamente) Gracias mil por tu visita. Un abrazo.
OceanoAzul.Sonhos: Es parte de la decadencia, estupenda poeta, nada importa, sólo el dinero, caiga quien caiga. Gracias por estar aquí. Un gran y oceánico abrazo.
Vaya con la elegante señora---Julio, siempre sorprendes. Realmente creí que había conseguido su objetivo de casarse pero, claro, donde esté el vil metal…Me ha gustado esa personalidad fría y calculadora. Parece que las conspiraciones cuando hay por medio una mujer parecen tener más fuerza
ResponderEliminarHace unos años, algo parecido ocurrió en Inglaterra con un político y una mujer española…:)
Un abrazo
ADELFA MARTIN: Nunca aprenderemos -no con esas voluptuosidades-. Me gustó mucho tu: "...en el pecado llevan la penitencia". Un abrazo, amiga mía.
ResponderEliminarOteaba Auer: Gracias por estar aquí, amiga mia, y, seguramente que ha ocurrido muchas veces y seguirá ocurriendo en cualquier época y en cualquier país. En fin. Nosotros sigamos creando y compartiendo. Un abrazo gigante.
Atrapante historia donde te luces como genial escritor que sabe mantener la atención de quien te leen desde el principio hasta el fin, que siempre es inesperado. Genial y parecido a muchos hechos de la vida real. Fantástico. Un abrazo.
ResponderEliminarJulio, muy buena historia, me encantaron los diálogos, te saludo desde Buenos Aires Argentina, muy interesante tu blog.
ResponderEliminarCariños
romi
www.hablemos-de-literatura.blogspot.com
jajajjajajajajaj comoooo no voy a poner Torero alma cándida????Eres el mejor Torero del ruedo . Y a los gritos de Torero!!Torero!!nos levantamos los presentes y hacemos la ola ante sus escritos!!!!!Siempre serás Torero!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarTengo una pregunta, señor Julio. Los relatos que usted publica aquí ¿son pertenecientes a algún tipo de libro? O tal vez ¿son fruto de su imaginación y los publica y nos regala fragmentos como el de hoy? Estoy en duda ¡quiero saber! si no es intromisión claro está.
ResponderEliminarFeliz noche.
Hola Julio
ResponderEliminarMe has tenido enganchada hasta el final...ves? Eso sólo lo sabe hacer un buen escritor.
Me encanta como enlazas los diálogos, magistral.
De corazón, un relato súper, pero tiene segunda parte?
Un beso
Querido Julio, me atrapo desde el comienzo.
ResponderEliminarUn relato maravilloso y real que el lector queda enganchado hasta el final.
Te felicito Julio, excelente relato.
besitos para ti querido amigo, que Dios te bendiga.
Cine de caligrafía o tu texto es una pantalla grande....no se.
ResponderEliminarMuy buen manejo del suspenso.
Leerte es un gusto y un paseo.
Saludos desde Bs As.
Alma Mateos Taborda: Gracias, poeta, por tus conceptos y solidaridad, ello estimula a seguir compartiendo estos personajes que en algún momento indeterminado aparecen con ganas de ser conocidos. Un abrazo.
ResponderEliminarAnónimo: Gracias, Romi. Vaya hasta la ciudad porteña de los Buenos Aires todo mi cariño, y cuando tú lo desees hablaremos de literatura. Un abrazo grande.
midala: Gracias por tu doble: ¡Torero, Torero! Por la Ola y por guardarnos torta. Que tu cumpleaño se extienda toda la semana, todo el mes de Julio y todo el año. Un abrazo.
Gloria María: Ninguna intromisión, mi querida amiga, todo el material de Hablapalabra es una experimentación de la escritura sin ninguna intencionalidad (sin ser automática, que ello es otro asunto). Sea pues, los relatos y cuentos que aquí se publican sólo son registrados en SafeCreative y se paran frente a ustedes los personajes y sus fábulas. Todo el material es inédito, aunque, algún día haremos una recopilación y se irá a las estanterías. Un abrazo y gracias por tus inquietudes.
Princesa115: Te aseguro, poeta amiga, que si el embajador Willson, Marian, Petroni (quien cayó en la piscina) o el mismo Assarian volvieran a merodear por mi entorno creacional, seguramente que conoceremos una segunda parte. Un abrazo gigante.
El Sentir del Poeta: Gracias mi buena amiga, y aprovecho para felicitarte -cosa que siempre hago- por dar a conocer el trabajo de mis demás compañeros poetas. Un abrazo inmenso.
Ulisa: Digamos, amiga mía, que mi parte es la escritural y ustedes la accionan con la lectura para que se produzca el fenómeno cinematográfico sin estar en una sala (...digo yo). Tu presencia siempre es grata. Un abrazo.
Un relato espectacular con un final inesperado, como a mi me gustan. Gracias por esté momento, siempre es un placer leerte.
ResponderEliminarAbrazos
O silêncio dos personagens
ResponderEliminara forma como se entendem
me seduziu e ainda, adorei seu texto!
Gostei de o encontrar em meu blogs. Foi uma Honra!
Tentei aderir a este blogs, não consegui e é o
ResponderEliminarsegundo, a que me acontece o mesmo! Coisas novas do google? Tudo acontece para dificultar, mas o
sentido é sempre facilitar!
Não entendo e lamento não deixar meu nome.
Maria Luísa Adães
Nos has tenido hasta el final intrigados,magnífica manera de escribir.Te felicito Julio.
ResponderEliminarEva BSanz: Las gracias te las doy yo a ti, querida Eva. Siempre es un gusto leerte. Un abrazo.
ResponderEliminarMaria Luisa Adães: Gracias, poeta, por tus palabras y solidaridad. Lamento mucho tus dificultades con la conexión de Hablapalabra, parece que los ingenieros de Google aún no encuentran las fallas, ya lo harán. Un abrazo.
Nuria: Recibo enusiasta tu felicitación, Nuria. Un abrazo y siempre, siempre serás bien recibida en este espacio.
Ay, Julio, Julio...me has quitado un poco el orgullo que sentía por "tener" un genial escritor argentino...pero el premio seguirá en tu poder,no lo dudes. Un gran abrazo..Elsa
ResponderEliminarJulio, este relado ha sido uno de mis preferidos o no... jajaj, no sabría pero de los que más me gustaban, y como siempre, impaciente esperando el desenlace... jajajjaja. GENAIL!!!
ResponderEliminarUn ABRAZO
Muy interesante desde el principio hasta el final. Las personas suelen ser más simples de lo que parecen. Con cinco millones en su haber la pájara no duda en hacer cualquier cosa. Como la vida misma.
ResponderEliminarFelicitaciones
Un abrazo
Ana